Siglo XIX. Indulgencias, Marquesado de Peñaflor y devoción al Confalón
Según la tradición oral, la Sagrada Imagen del Santísimo Cristo del Confalón fue encontrada en el centenario pozo existente en la finca «Los Mutimentos», la cual se encuentra a unos 15 kilómetros de Écija, en la margen izquierda de la carretera de El Rubio.
Es necesario recordar que desde su fundación, esta hermandad es conocida como «Cofradía de la Columna» y la devoción por el Stmo. Cristo del Confalón tuvo un incremento exponencial en el primer tercio del siglo XIX, cobrando tanta importancia que modifica el nombre popular de la hermandad. Este es uno de los motivos por el cual se suele situar en este periodo el hallazgo de la imagen, sobre todo teniendo en cuenta la inestabilidad política de la época.
Las tropas francesas entraron en Écija el 27 de enero de 1810, llevándose a cabo exclaustraciones en conventos, apropiaciones y múltiples daños patrimoniales, además del robo de un gran número de objetos de valor. No resulta extraño pensar que el Santísimo Cristo del Confalón fuese escondido por alguna hermandad o particular de la zona, o incluso por la propia Hermandad del Confalón.
Las medidas desamortizadoras provocaron la exclaustración de los religiosos Mínimos y el cierre del convento en 1835; no obstante, la existencia de la hermandad contribuyó al mantenimiento del templo de la Victoria que quedó al frente de un capellán[1]. A partir de entonces, la hermandad mantuvo su actividad y prestigio dentro de la Semana Santa ecijana, obteniendo dos Breves Pontificios de Gregorio XVI (1845) y Pío IX (1847), que premiaban con induIgencias a los fieles que visitaran la iglesia de la Victoria el Jueves y Viernes Santo[2].
En 1895, por mediación de Fernando Pérez de Barradas, marqués de Peñaflor y hermano mayor de la hermandad, la reina regente aceptó el nombramiento de hermano mayor honorario para S.M. el rey Alfonso XIII, consiguiendo así la hermandad el título de «Real»[3] [4]. Este acontecimiento fue determinante para que el citado marqués regalara a la cofradía un estandarte de terciopelo rojo, bordado en oro, con el título de «Real Hermandad».
El 14 de marzo de 1898, la marquesa de Peñaflor, bordó en oro y piedras preciosas y donó el sudario que, en años impares, lleva el Santísimo Cristo del Confalón. Cuatro años después, el marqués de Peñaflor donó la magnífica cruz de taracea realizada en madera noble con incrustaciones de marfil, nácar y carey en la que se encuentra hoy en día la Sagrada Imagen.
[1] Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Justicia, Pleitos ordinarios, Hermandades, legajo 220.
[2] Bulas y Breves. Archivo de la Hermandad.
[3] Archivo del Marqués de Peñaflor. Legajo 159.
[4] Libro de actas, cabildo de 8/04/1895. Archivo de la Hermandad.